martes, 2 de febreiro de 2010

BURGAS BEAT Han Caído Los Dos (Sesión Vermú)



Versión dun tema de Radio Futura

Nuestra relación con el Felipop empezó antes de que existiera el Felipop... y antes de que existiera Burgas Beat. En el principio fue 18 Rodas, el exquisito fanzine que dio origen a Felicia, esa entelequia que como Castroforte de Baralla levita ensimismada sobre Limodre hasta que cobra cuerpo cada verano en el festival menos festivalero del mundo. Pues bien, como en 18 Rodas hablaban de Lovin’ Spoonful y Jonathan Richman, allá me puse en contacto con el teléfono que aparecía en una revista. Al otro lado contestó MacPetecam y hasta hoy.

Estamos a principios de los noventa, Cosecha Roja empezaba e incluso hubo una edición especial de nuestro flexi para el fanzine, con portada casera y coloreada a mano. Luego empecé a colaborar en el fanzine y cuando alrededor de él nació Gal & Cía, ése fue el sello de los primeros discos en vinilo duro del grupo.

Creo que el primer Felipop ni siquiera se llamaba así, y se celebró en enero del 98 en el centro social de Limodre. Allí estuvimos, y fuimos barridos del mapa por unos espectaculares Elephant Band, y por los algo menos explosivos Stupid Baboons. La verdad es que nunca hemos estado a la altura en el Felipop. En uno de nuestros mejores momentos, a la altura de “A plena sombra”, Aser no pudo tocar y tuvimos que improvisar el repertorio en dos días con otro batería. El año pasado, con Magín Blanco, el sonido fue desastroso y nos chafó el concierto. Ahora que lo pienso, nuestro modesto triunfo fue en un Felipop de invierno, en Casa Ardá, tocando versiones como Burgas Beat Arkestra, y la gente levitando con “My Girl”.

Lo mejor de todo, sin embargo, es haber escuchado dos canciones de Cosecha Roja versionadas por otros tantos grupos en dos ediciones distintas del Felipop. Primero fueron los Shannons (los hermanos Orbezua, Santi Campos..., más grandes amigos llegados por la música), que tocaron, y grabaron, “Despedida” en su único disco, y más tarde los orensanos Annie Hall, que hicieron lo mismo con “Vacaciones permanentes”. Ni en nuestros mejores sueños se nos habría ocurrido pensar en algo así.

En fin, para nosotros el Felipop más que un festival es un estado de ánimo, un lugar en el que ya tenemos grandes amigos, y al que peregrinamos cada verano en busca de música, amistad, conversaciones estrafalarias y buenas vibraciones. Hasta el segundo fin de semana de agosto, chavales. (Burgas Beat blog)

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