mércores, 7 de setembro de 2011

FELIPOP 2011 REVISITED. ANOTHER FELICIAN TRIP EXPERIENCE


A mediados del pasado mes de Agosto volvimos a peregrinar a la imaginaria ciudad de Felicia, como llevamos haciendo hace ya tantos años que el tiempo se pierde en la bruma de la memoria. Un lugar donde reinan las melodías y el más quintaesencial pop recorre cada uno de los rincones, todo ello dentro de un marco bucólico y alimenticio para nuestras almas marchitas.

Así pues el viernes 12 de Agosto desembarcamos en tierras felicianas bajo el delicioso manto de las melodías vocales de Santi Delgado & The Runaway Lovers, una banda formada por cuatro eternos adolescentes vestidos como unos apandadores aullando un doo-woop del siglo XXI con ecos ramonianos. No lograron atraparnos de la misma manera la siguiente escuadra, llamados Nistal, demasiada seriedad. Pero la posterior aparición de Combo Dinamo supuso un auténtico cañonazo en nuestra línea de flotación. Los antiguos Mistakens, Edgar No y Pablo Fidalgo, comandan ahora este navío musculoso en el que las guitarras escupen fuego sobre melodías vigorosas de pop poderoso. Que dulce puñetazo. Tanto fue así que apenas quisimos prestar atención a unos Super Ratones de los que ya estamos saturados tras varios años de verlos pasar por esas tablas exprimiendo hasta la extenuación clásicos llevados al castellano. Nos apetecía más beber bajo las estrellas en A Hortiña, curioso y verde lugar al aire libre donde los facinerosos felicianos proseguían sus fechorías trasegando alcoholes y escuchando rock&roll y power-pop.

El sábado nos deparaba grandes acontecimientos, tras las obligadas visitas a los lugares colindantes en busca de las delicias gastronómicas de la zona (parada inevitable siempre en O Emigrante) la noche nos iba a deparar una buena sesión de sucio y viejo rock&roll ideal para desengrasar nuestros macilentos cuerpos y desatascar nuestras taponadas orejas. Desgraciadamente llegamos tarde y nos perdimos a Flip Corale y Los Macabros, cosa de la que nos lamentamos echando un vistazo al bagaje de los miembros de su plantilla, históricos del r’n’r galaico más reciente. Si que pudimos disfrutar con los Zombie Valentines, a quienes teníamos muchas ganas de ver, ya que su último trabajo, “Mejor ahora”, nos había causado una estupenda impresión y algunos de los temas contenidos en el album nos habían noqueado de lo lindo. No nos decepcionaron. Su garage, beat y r&b es un cocktail demasiado irresistible si te has criado escuchando los riffs incendiarios de los hermanos Davies. Una de esas bandas que mantiene viva nuestra llama, y David Lorenzo uno de esos tipos que siempre es garantía sobre como conservar las esencias.

Pero por si no fuera bastante, acto seguido asistimos a otra de esas misas iniciáticas, experiencias reveladoras, momentos de verdad, que sólo pueden ser transmitidos por leyendas como Micky Carreño, el alocado y salvaje frontman de los históricos Tonys, el auténtico hombre de goma, un “hombre fiesta himself”, genio y figura, quien rodeado de los titánicos Colosos del Ritmo (nada menos que Paco Poza y Javier Donaire de Imposibles, Miguel y Esteban de Imperial Surfers, y la reaparición para los escenarios del genial Gonzalo del Valle Inclán) puso patas arriba toda Felicia con una lección de cómo se ponen los puntos sobre las ies en esto del rock&roll. Una de esas liturgias orgiásticas en perfecta comunión con el público.

Aún nos quedaron algo de fuerzas para recuperar el vigor de los míticos Hermanos Daltón y su vuelta a los escenarios, banda inflada en su momento por cierto programa de Radio 3. Sus canciones siguen sonando sólidas y frescas, pero nunca nos pareció una banda realmente matadora. Rematamos la fiesta, como no podía ser de otra manera, en A Hortiña, hasta que literalmente se hizo de día y nos sorprendió una de esas tormentas que sólo pueden aparecer en Felicia. Una tormenta de lluvia en el cielo y dentro de nosotros, que veíamos como se nos habían ido 48 horas en un maldito suspiro y en breve volveríamos a la jungla de la realidad, esa para la que seguimos sin estar preparados. EL TIRADOR MELANCÓLICO

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